4/11/21, 00:00
Pasturas y verdeos: claves para optimizar el manejo forrajero
Elegir adecuadamente las especies y planificar un buen aprovechamiento de los recursos son las bases de una ganadería sustentable. Referentes en la temática pasaron por Agenda Aapresid y compartieron sus experiencias.
Reviví el evento acá.
Como todos los miércoles, “Agenda Aapresid” reunió a referentes del agro, en esta oportunidad para hablar sobre criterios para planificar la composición y el manejo sustentable de verdeos y pasturas.
¿Cómo elegir el tipo de pastura o verdeo?
Oscar Bertín, asesor privado y referente técnico de Biscayart Semillas, apunta a considerar 3 elementos fundamentales a la hora de seleccionar el tipo de forraje a implantar: el sistema productivo, el ambiente y los requerimientos del animal.
En primer lugar, se deberá contemplar el lugar que ocupará en el sistema productivo. En sistemas agrícola-ganaderos el verdeo puede jugar un rol compartido en la rotación con otros cultivos agrícolas anuales, mientras que en planteos exclusivamente ganaderos la pastura es la base del sistema y deberá persistir a lo largo de todo el ano.
Por otra parte, el ambiente determinará la elección de las especies. En campos con calidad agrícola clase I y II puede ser una muy buena opción la alfalfa ya que allí es donde expresa su potencial productivo. En cambio, si la aptitud del suelo o las condiciones son limitantes, las alternativas a base de gramíneas como festuca o agropiro puras o consociadas con trébol blanco, trébol rojo, lotus o melilotus (en ambientes más restrictivos) son más adecuadas, remarcó el especialista
Además, la selección dependerá de los requerimientos del animal al que está destinado el alimento. Oscar destacó que “si la actividad ganadera es de cría, recría, invernada o lechería, irá de menor a mayor la priorización de la calidad del forraje a implantar, principalmente digestibilidad y contenido de nitrógeno o proteína”.
Un punto importante a tener en cuenta en verdeos o pasturas polifíticas -con más de una especie-, será planificar mezclas transgresivas, es decir que se complementen en el tiempo y el espacio y que la asociación produzca más que la especie pura más productiva. La consociación de gramíneas y leguminosas es un claro ejemplo, donde las primeras aportan estructura al suelo y las segundas aportan nitrógeno y calidad del forraje al sistema, concluyó Bertín.
Manejo de la pastura
El manejo de la defoliación se debe hacer en base a la especie más productiva y en función de la zona en que nos encontremos, indicó Bertín. En zonas semiáridas, no se recomienda el uso intensivo de los cultivos de servicios, mientras que en zonas húmedas “se puede aprovechar hasta la mitad (aproximadamente 4 tn) o tres cuartos del pasto producido en total durante cada período”, agregó
Alberto Balbarrey, Socio Aapresid de la Regional Tandilia, compartió la experiencia en Azul, donde trabajan 2000 ha con un sistema integrado agrícola-ganadero. Ingresan 2400 terneros de recría a verdeos de avena y vicia sativa implantados sobre fina, y ray grass en los cerros. Para el pastoreo dividen a la hacienda en 4-5 grupos que comen por zonas permaneciendo en los lotes de 6 a 8 días. Los mismos son regulados de acuerdo a la carga animal y a la oferta forrajera, con descansos de 40 a 45 días. En primavera los lotes se destinan a soja y los animales son terminados a corral.
Para la “reina de las forrajeras”, la alfalfa, José Jáuregui (docente e investigador de la Facultad de Cs. Agrarias, UNL) propuso intensificar el pastoreo en primavera e ingresar cuando las plantas tienen entre 8 y 9 nudos, lo que asegura una alta tasa de consumo y una excelente calidad forrajera. En cambio, si la alfalfa se destinará a rollos, se puede seguir el criterio tradicional de cortar entre botón floral y 10% de floración. En otono, la recomendación del Jauregui es bajar la intensidad y dar descanso, principalmente en materiales con latencia, para incrementar la persistencia y prevenir un deterioro de la pastura.
Finalmente, los especialistas remarcaron que en esta leguminosa no se debe perder de vista el control de enfermedades, la fertilización con fósforo y fundamentalmente el pH, ya que valores muy bajos pueden perjudicar la fijación biológica de nitrógeno, y condicionar la disponibilidad de nutrientes.
Agenda Aapresid, conocimiento y experiencia a la hora de decidir.
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