2/10/24, 00:00
Nuevos umbrales de daño para definir las aplicaciones de fungicidas
El fitopatólogo Dr. Ignacio Erreguerena presentó una actualización de los Umbrales de Daño Económico y de Acción para enfermedades de trigo y cebada en busca de optimizar la eficacia de los tratamientos y promover un manejo más responsable y sostenible.
En el manejo de enfermedades foliares en cultivos de trigo y cebada, el monitoreo preventivo es una de las principales estrategias para garantizar una producción eficiente y sustentable. El seguimiento periódico y continuo del cultivo permite anticipar la evolución de las enfermedades, así como determinar el momento óptimo para la aplicación de fungicidas, siempre considerando el umbral de daño económico.
En este contexto, el Dr. Ignacio Erreguerena del INTA Manfredi presentó recientemente una actualización sobre los umbrales de daño, destacando la importancia de cuantificar la incidencia y la severidad de las enfermedades, aspectos fundamentales para una gestión adecuada. Esta herramienta técnica, basada en el monitoreo de cultivos y análisis epidemiológicos, busca optimizar el uso de fungicidas, promoviendo una agricultura más eficiente y sustentable.
¿Qué plantea la actualización?
En el informe el especialista enfatiza la importancia del monitoreo preventivo para abordar las enfermedades de trigo y cebada. Para una gestión efectiva, no solo se debe observar el estado del cultivo, sino también cuantificar la incidencia (número de hojas y plantas afectadas) y la severidad (área enferma en cada hoja) de las enfermedades para comprender la evolución de las mismas en el lote.
En dicha actualización Erreguerena establece recomendaciones para el control de enfermedades como la roya de la hoja (Puccinia triticina), la roya amarilla (Puccinia striiformis f sp. tritici), la roya del tallo (Puccinia graminis f sp. tritici) y la mancha amarilla (Drechslera triti-repentis) en trigo, así como la mancha en red y “spot” (Drechslera teres f teres y maculata) en cebada. Los umbrales se presentan según enfermedad, potencial de rendimiento y tecnología que se clasifica como: media en el caso de fungicidas triazoles + estrobilurinas y alta cuando la mezcla es triple incluyendo carboxamidas (Fig 1).
Figura 1. Nuevos umbrales según monitoreo para el control de enfermedades foliares en trigo y cebada. Arriba: tecnología media, abajo: tecnología alta. UDE: Umbral de Daño Económico; UDA: Umbral de Acción. Fuente: Erreguerena (2024).
Factores que influyen en la determinación de los Umbrales
El uso de umbrales de daño económico (UDE) y de acción (UDA) son una estrategia clave para aplicar fungicidas y manejar enfermedades de manera eficiente y económica en el cultivo de trigo y cebada. Ayudan a determinar cuándo es rentable y efectivo el uso de fungicidas, en función del nivel de infección y las condiciones climáticas, es decir cuando es el momento óptimo de disparar la aplicación.
Factores como el perfil sanitario del material sembrado son determinantes. Variedades resistentes o tolerantes a una enfermedad permiten establecer umbrales más altos, mientras que en cultivares susceptibles los umbrales deben ser más bajos.
La correcta identificación del agente causal es fundamental para elegir los ingredientes activos adecuados y definir los umbrales a adoptar, es decir qué fungicida aplicar y cuándo. Las características epidemiológicas del patógeno, como su tasa de infección, también ayudan a determinar la urgencia de la aplicación, siendo el monitoreo continuo y frecuente la clave del manejo. El mismo debe intensificarse antes del periodo crítico del cultivo, para detectar tempranamente los signos de enfermedad.
Además, no todas las regiones corren con la misma suerte, las condiciones ambientales juegan un papel crucial en el desarrollo de las enfermedades. Temperaturas y humedades relativas que favorezcan el desarrollo de hongos pueden requerir ajustes en los umbrales de intervención. Por otro lado, los lotes con antecedentes de alta presión de enfermedades deben manejarse con mayor precaución, ajustando los umbrales de acción según sea necesario.
Por lo tanto, la aplicación de fungicidas en trigo y cebada debe basarse en una combinación de monitoreo regular, identificación precisa de la enfermedad, condiciones ambientales y las etapas de desarrollo del cultivo. Esta estrategia no solo optimiza la eficacia de los tratamientos, sino que también promueve un manejo más responsable y sostenible de los recursos agrícolas?.
Si querés saber más consultá el informe completo ACÁ.
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