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30/12/22, 00:00

Los insectos que amenazan al rinde en Girasol

Como cada campaña, la red de manejo de plagas de Aapresid realizó una encuesta a sus socios para conocer cuáles fueron las principales plagas de la oleaginosa que impactaron sobre las decisiones productivas.

En la campaña 2021-2022, los principales insectos-plagas que registraron en girasol los socios de Aapresid fueron el complejo de cortadoras, la isoca medidora y la gata peluda americana.  Mientras que otras tantas se presentaron con menor relevancia.

Girasol


Un factor a tener en cuenta a lo largo de la campaña, es el estado fenológico del cultivo a la hora del monitoreo e identificación de las plagas. La sensibilidad varía dependiendo del componente de rendimiento al cual afecta. Se pueden diferenciar cuatro etapas: 

Siembra - emergencia:  La importancia de las plagas se relaciona con el daño que se produce en las semillas durante la germinación y las plántulas en la formación de los primeros pares de hojas, afectando el stand de planta logrado, afectando el rendimiento final, por su menor plasticidad del cultivo para compensar la perdida en comparación con el cultivo de soja o trigo. Dentro de este grupo las plagas destacadas fueron: 

  • Isocas cortadoras: Son un complejo de especies, fundamentalmente Agrotis malefida (oruga cortadora áspera) y Feltia gypaetina (oruga cortadora parda), las cuales se encuentran activas durante el invierno, y en menor medida Peridroma saucia (gusano variado) y Agrotis ipsilon (gusano grasiento), estas últimas poseen latencia invernal. Las larvas cortan el tallo por debajo de los cotiledones ocasionando la pérdida de las plántulas. Además, se alimentan de raíces y partes subterráneas del tallo. En ataques intensos se observan manchones con plantas marchitas o cortadas, obligando a la resiembra. La densidad poblacional de la plaga se incrementa en lotes muy enmalezados antes de la siembra, ya que pueden alimentarse de gran diversidad de malezas de hoja ancha, lo que favorece su supervivencia y desarrollo durante el invierno.  Para su manejo se recomienda realizar tratamiento de semilla y el control de malezas del lote. Teniendo en cuenta que cada larva puede llegar a cortar hasta 3 o 4 plántulas, encontrar un número significativo de cortadoras en pre-siembra, obliga a estar atento al momento de emergencia del cultivo, prestando atención a los umbrales de daño. Para cultivos como girasol se recomienda el control químico cuando se comprueba que existe el 3 al 5 % de plántulas cortadas y la presencia de 3 orugas cada 100 plantas.

Agrotis sp-

  • Gusanos blancos (Diloboderus abderus, Dyscinetus gagates): Atacan el cultivo durante la implantación, alimentándose de pequeñas raíces y el cuello de las plántulas provocando. Se presentan fundamentalmente asociados a la siembra directa, dado que la no remoción del suelo favorece su supervivencia. El muestreo de esta plaga se realiza con pala contabilizando individuos/m2, priorizando los lotes con historial de esta plaga.

  • Gusanos alambre (Conoderus sp.): Dañan a las semillas en germinación y/o a las plántulas, afectando las raíces y el cuello de girasol (sobre o por debajo de la superficie), especialmente en suelos secos y sueltos. Son larvas alargadas de color amarillo-anaranjadas, con lustre característico. Las pupas son de color blanco y se encuentran en el suelo.

  • Hormigas (Acromyrmex sp. y Atta sp.): Las hormigas cortadoras realizan, desde la emergencia, sucesivos cortes en el hipocótilo hasta cortarlo totalmente. El daño también puede ser parcial, afectando los cotiledones y se presentan en manchones. En caso de infestaciones severas, debido a una gran cantidad de individuos por colonia, el daño va a ser mayor entorno al hormiguero disminuyendo su incidencia a medida que se va alejando del mismo, observándose una disminución del stand de plántulas.

Emergencia - Iniciación floral: Periodo vegetativo. Adquieren importancia las defoliadoras, ya que dañan directamente el área foliar del cultivo, el cual juegan un papel fundamental en el aporte de fotoasimilados para el llenado de los granos. En este estadio se destacaron:

  • Isoca medidora (Rachiplusia nu): El adulto pone los huevos amarillentos en el envés de las hojas más nuevas. Las larvas se concentran preferentemente en los sectores medio e inferior de la planta y en menor medida en el sector superior. Los daños se identifican porque respeta las nervaduras de las hojas. Es importante el control por parte de enemigos naturales, entre parasitoides y predadores, que logran mermar la población de la plaga, aspecto que debe ser tenido en cuenta a la hora de efectuar los controles químicos. Como umbral de daño se considera una defoliación del 20% en hojas de la mitad superior de la planta. Aunque se debe tener en cuenta que este % tiene una incidencia distinta en el rinde según el estadio del cultivo en el que se encuentre el cultivo durante el ataque (mayor susceptibilidad en botón floral y menor a comienzo de llenado del grano).

  • Gata peluda norteamericana (Spilosoma virginica): Habitualmente ataca en el período de floración, después de la oruga medidora (R. nu). Su cuerpo está cubierto de numerosas setas no urticantes. Estos pelos representan una importante barrera de protección frente a los insecticidas. Atacan preferentemente hojas superiores, (el tercio superior de hojas es el mayor responsable del aporte de fotoasimilados durante el llenado de granos), sin respetar las nervaduras. En infestaciones severas, pueden llegar a afectar incluso las brácteas de los capítulos. Su incidencia es mayor en siembras tardías. El control biológico natural por parasitoides y predadores, es limitado. 

    A diferencia del cultivo de soja, el monitoreo de insectos-plagas en girasol se realiza por planta. Según el grado de defoliación existente y el tamaño de las isocas presentes, se determinará el nivel correspondiente de insectos por planta para la toma de decisiones, teniendo en cuenta la capacidad de consumo foliar de las isocas, el cual se diferencia por especie. El potencial de defoliación de Gata peluda norteamericana es de cinco veces superior a la de la isoca medidora.

Fructificación y llenado de granos:  en este estadio los insectos-plagas presentes provocan daños en los capítulos y sus semillas. Las mencionadas fueron:

  • Mosquita del tallo del girasol (Melanagromyza spp): Las larvas forman galerías y destruyen el parénquima, provocando la putrefacción de los tejidos adyacentes. Las galerías debilitan el tallo, dificultando la circulación de savia y contribuyendo al quebrado (daño de mayor importancia); también pueden, ocasionalmente, atacar la base del capítulo y provocar la podredumbre del tejido esponjoso. Aún no se desarrolló un umbral de daño económico para su control.

Manejo realizado

Cabe destacar que, en promedio, el 45% de los productores que realizaron este cultivo no han tenido que realizar ninguna aplicación insecticida. Mientras que dentro del 55% restante, un poco más del 40% realizó 1 aplicación para el control de plagas y un 13.5%  tuvo la necesidad de realizar 2 aplicaciones.

Aplicacio?n en girasol

 

Como es de esperar, estos valores varían según zonas, siendo el nodo Oeste medanoso (oeste de Buenos Aires y norte de La Pampa) la región donde se requirieron más aplicaciones: el 40% de los productores tuvo necesidad de 2 aplicaciones insecticidas.

En cuanto a los activos utilizados, principalmente se mencionaron: 

  1. Piretroides (45,2%): La mayoría se utilizan como acompañantes de otros insecticidas, con la finalidad de dar un volteo inmediato de las plagas presentes, abundancia, y por los estados larvales avanzados al momento de la aplicación. 
  2. Diamidas (35,5%): el uso de este grupo de insecticidas está en ascenso, ya que posee una larga persistencia, eficacia en el control y posee un bajo impacto ambiental. Pueden ser utilizados para Manejo Integrado de Plagas (MIP).
  3. Neonicotenoides (10,8%): el espectro de control es reducido, tiene un poder de volteo medio y una persistencia media. 

 

Palabra del especialista: recomendaciones de monitoreo y seguimiento

La REM se contactó con el Ing. Agr. Luis Vignaroli (Docente e investigador de la cátedra de Zoología de la Facultad de Ciencias Agrarias - UNR), quien compartió pautas para monitorear la plaga de mayor incidencia en la campaña 2021/22.

En lo que respecta a las orugas cortadoras, el especialista comentó acerca de la importancia de la utilización de trampas de luz, útiles para los lepidópteros noctuidos. Para la zona núcleo, las capturas de polillas de las especies más dañinas pueden colectarse entre los meses de abril-mayo, momento en que las hembras comienzan a desovar, orientando a lo que podría llegar a ocurrir cuatro o cinco meses más adelante. “De esta manera, esta técnica permite tener datos de la posible incidencia al momento de la siembra, pudiendo saberlo con mucha anticipación”.

Cuando este dato de adultos sea relevante, va a exigir un monitoreo más detallado in-situ en el lote, pocos días antes de la fecha de siembra. Las larvas activas de esta especie se suelen alimentar de malezas, que van a funcionar como trampas encontrándolas por lo general agrupadas en estas plantas. Al ser de actividad nocturna, durante el día están escondidas en los primeros 3-4 cm del suelo, por lo que será necesario mover el suelo. “Con esta práctica se puede estar advertidos a la emergencia del cultivo”.

Luego de la emergencia del cultivo, será primordial hacer otro monitoreo para determinar la incidencia en base a la cantidad de plántulas cortadas y/o presencia de larvas. Observado el daño debe buscarse la oruga en las proximidades de la planta cortada. Tener en cuenta que la falta de humedad superficial dificulta tanto poder encontrarlas, así como también el éxito del control químico ya que se entierran en el suelo en busca de humedad. Este conjunto de acciones hacen posible anticipar el problema y planificar una aplicación de control según los resultados obtenidos, teniendo como referencia el umbral de daño.

Cabe destacar que, en lo que respecta a un Manejo Integrado, el conocimiento del cultivo y de las posibles plagas presentes y el monitoreo del lote son pilares fundamentales para la toma de decisiones efectivas que favorezcan no solo la productividad, sino también la sustentabilidad del sistema.

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