25/11/24, 00:00
Bioestimulantes en trigo: ¿cómo sacarles el máximo provecho?
La Regional Carhué-Guaminí de AAPRESID organizó una exitosa jornada en el Establecimiento Santo Domingo en Laguna Alsina, Guaminí.
En octubre tuvo lugar la jornada UPA de la Regional Aapresid Guaminí Carhué en el Establecimiento Santo Domingo en Laguna Alsina, Guaminí. Por allí pasaron Martín Díaz Zorita (UNLP), quien habló de nutrición en el cultivo de trigo, Juan M. Baeck, Médico Veterinario, Asesor y consultor en nutrición y producción bovina, quien habló de “Nutrición animal y taninos”; José Luis Zorzin, Dir. Adj del equipo REM de AAPRESID, quien habló del “Complejo del achaparramiento de maíz, Dalbulus maidis” y Leonardo De Benedictis, Meteorólogo quien brindó “Perspectivas climáticas para la próxima campaña”.
Otro de los temas fue el uso de bioestimulantes, abordado por Edgardo Arévalo, profesor e investigador adjunto de la Facultad de Ciencias Agropecuarias de la UNER y gerente de desarrollo de productos biológicos en InsuAgro.
El especialista advirtió que “condiciones como exceso de radiación, exposición a temperaturas extremas, déficit hídrico e incluso la persistencia de herbicidas en los suelos, activan mecanismos fisiológicos en las plantas, como la oxidación de compuestos, para la obtención energía, o el cierre de estomas, para reducir pérdidas de agua”.
Si bien estos mecanismos permiten asegurar su subsistencia, reduciendo su actividad fotosintética, afectan la producción de biomasa y los rendimientos.
Los bioestimulantes aparecen entonces en escena, como compuestos capaces de intervenir en estos procesos y cuyo uso adecuado podría ser de gran importancia para ayudar a los cultivos a sobrellevar situaciones de estrés y reducir pérdidas. Estos se pueden aplicar a través de tratamientos foliares, de suelo, o en semillas, e incluso en flores y frutos en la fruticultura.
En cuanto al manejo del estrés mediante tratamientos con estos compuestos, Diaz Zorita, sostuvo que “es crucial identificar el tipo de estrés, si puede prevenirse mediante monitoreo o si solo pueden tratarse después de su ocurrencia, como en el caso de heladas o granizo”.
Manifestó que “para que desarrollen mejor su performance, los bioestimulantes, siempre deben aplicarse antes de que las plantas presenten síntomas propios del estrés, ya que esto potencia la resistencia de la planta. Esto se debe a que, muchas veces, los compuestos que ayudan a mitigar dicho estrés, ingresan por los estomas, que están cerrados en plantas ya estresadas”.
El especialista también destacó la rapidez con que las plantas responden al estrés: en solo 47 minutos, las señales hormonales enviadas desde la raíz llegan a las hojas. Además, explicó que, para lograr una mayor respuesta en el rendimiento, es fundamental entender los ciclos de crecimiento de los cultivos y las fases en las que se acumula biomasa.
En los ensayos realizados en los últimos 20 años, se observó que la mayor respuesta al uso de bioestimulantes se da cuando los cultivos acumulan mayor biomasa durante el periodo de crecimiento.
“Por ejemplo, en cultivos de trigo, la aplicación de estos productos en la fase de macollaje ayuda a las plantas a enfrentar restricciones de agua en el llenado de la espiga”, agregó.
Sin embargo, si la lluvia no acompaña, la respuesta disminuye considerablemente. “En ambientes con rendimientos bajos (menos de 2.000 kilos por hectárea), los efectos de los bioestimulantes también son limitados, independientemente de los tratamientos que se realicen”, cerró el especialista.
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