5/6/25, 00:00
15 años de la Red de Manejo de Plagas de Aapresid: ¿cómo encarar lo que viene?
Los aniversarios son oportunidades para hacer balances, repasar el camino recorrido, y proyectar hacia adelante. Referentes de la REM hablan de las lecciones aprendidas y de cómo se prepara para enfrentar los retos que vienen.
La Red de Manejo de Plagas de Aapresid nació en un escenario difícil. Lo que al principio pareció un problema aislado en el control de ciertas malezas como sorgo de Alepo, terminó encendiendo una mecha que cambiaría la forma de pensar el manejo de plagas en Argentina.
Tras 15 años de trabajo colaborativo, el Programa de referencia en el manejo integrado de plagas repasa las lecciones aprendidas y se anima a proyectar hacia adelante.
“Quien no conoce su historia, está condenado a repetirla”
Sin dudas una de las grandes lecciones que dejó la evolución de la problemática plagas en Argentina es lo caro que sale, en todo sentido, perder una tecnología por su mal uso. “Creo que hoy muchos de nosotros somos más conscientes de esto”, reconoce José Luis Zorzin, SubDirector adjunto de la REM y asesor del sudeste cordobés.
En otra línea, Pablo López Anido, socio fundador del Programa, reflexiona: “las plagas resistentes no son el problema, son el síntoma de un sistema que aún tiene cuentas pendientes y que necesita ampliar la mirada. La agricultura avanzó con tecnologías en algunos frentes, pero dejó otros desatendidos. El desafío es pensar una agricultura lo más diversa posible”, señaló.
En este ampliar la mirada, sin dudas uno de los hitos del Programa fue sumar los insectos y las enfermedades al abordaje. “Era una deuda pendiente ya que la sanidad vegetal debe abordarse integralmente”, reflexiona el entomólogo “Beto” Peralta, especialista de la UCC y experto asociado a la REM.
“El salto fue lógico, ya que muchos aprendizajes en malezas sirven para abordar insectos y patógenos. Hoy se nos exige producir más con menos impacto. Y eso sólo es posible integrando estrategias.”, agrega Patricia Díez de Ulzurrun, especialista de la UNMdP y experta asociada a la REM.
Esteban Bilbao, asesor del sur bonaerense, agrega que “todavía hay dos velocidades: la de los que piensan en el pasado, presente y futuro... y los que siguen eligiendo el atajo rápido. Llegaron nuevos modos de acción, biotecnologías, aparecieron las aplicaciones sitio-específicas, los drones sobrevolaron los lotes, y la inteligencia artificial se metió de lleno en la toma de decisiones. Pero no todos avanzan al mismo ritmo”, concluye.
El norte de la REM: seguir dando herramientas para anticiparse y decidir mejor
Zorzin reflexiona que, lejos de saldar su contribución al manejo de plagas en nuestro país, la REM sigue más vigente que nunca: “La REM nos dio un norte común. Reunió saberes dispersos y brindó información clara y confiable, y esto sigue valiendo oro en tiempos como los que corren, donde los márgenes se ajustan y los desafíos técnicos se multiplican”.
La información no se queda en los escritorios: se traduce en herramientas concretas. “Cada mapa para conocer el avance de adversidades por partido, cada nueva alerta, cada jornada a campo para conocer herramientas de manejo sobre el lote son espacios que ayudan a tomar decisiones con fundamentos. Incluso los podcasts son una forma práctica de seguir aprendiendo, estés donde estés”, suma Bilbao.
Eugenia Niccia, Gerente del Programa, explica que, de cara al futuro, el objetivo es fortalecer la razón de ser inicial: ayudar a anticiparse. “La REM es un puente entre el productor y quienes pueden ofrecer soluciones – empresas, universidades y demás entidades –, y a la vez, un canal para llevar el conocimiento al campo, donde las decisiones se ponen a prueba”.
En esa línea, es clave impulsar el trabajo colaborativo: “ninguna práctica aislada tiene impacto si no se hace en red. Necesitamos coordinar esfuerzos para lograr cambios reales”, resume Niccia.
A futuro, Zorzin sueña con una REM potenciada: capaz de investigar, formar profesionales capaces de abordar problemáticas complejas, y dar respuestas ante nuevas amenazas. “Imaginamos un equipo que actúe como semillero de técnicos especializados en procesos, que luego vuelvan al sector con una mochila llena de herramientas, y con un enfoque donde ya no alcanza con producir más, sino hacerlo mejor, con menos impacto, más salud y eficiencia. Eso requiere nuevos conocimientos, compromiso y decisión.”
En ese camino, “otro enorme desafío es seguir profesionalizando el manejo, sumando precisión, inteligencia artificial e integración de saberes”, cierra Bilbao.
Con más actores, nuevas tecnologías y desafíos ambientales crecientes, la REM no se queda quieta. Se prepara para una nueva etapa con el mismo espíritu de siempre: construir una agricultura eficiente, productiva y sustentable.
Antes de que te vayas,
¿te gustó este contenido?

¡Muchas gracias!