23/4/25, 00:00
15 años de la Red de Manejo de Plagas de Aapresid
De un lotecito en Santiago del Estero a la construcción de una Red Nacional que hizo y hace punta en el manejo de plagas: cómo se gestó y creció la REM de Aapresid
La idea fundacional
La Red de Manejo de Plagas de Aapresid (REM) cumple 15 años de historia, y no nació de la noche a la mañana. Firme al estilo Aapresid, implicó intuición, innovación y construcción de redes para abordar de forma sustentable los problemas reales de los productores, en este caso vinculados al manejo de plagas.
Corría el año 2005 y en algún lote de Santiago del Estero, Pablo López Anido, socio fundador del Programa, se daba cuenta que algo estaba cambiando la agricultura argentina: el glifosato ya no controlaba el sorgo de Alepo.
Al principio, pensó que era un error en la aplicación, una falla más. “La situación me sonaba conocida: a finales de los 90’ viví en carne propia la aparición de resistencia de esa misma maleza en Tucumán, en aquella oportunidad, a los herbicidas residuales que solían usarse antes de la irrupción del glifosato y la soja RR”, recuerda. Las señales estaban ahí. Faltaba unirlas. Tras dos campañas y muchas dudas, la resistencia de sorgo de Alepo al glifosato era un hecho.
Consciente de que aquello no era un problema individual, se comunicó con Aapresid. "Empezamos a difundir el tema para alertar a otros productores", recuerda. Poco tiempo después, llegó el turno de Echinochloa. La alerta ya no era solo suya: lo que antes se resolvía con un simple pase de glifosato ahora era una amenaza que exigía un enfoque nuevo.
Foto. Pablo Lopez Anido fue una pieza clave en la fundación de la REM
Ahí prendió la chispa. “Pablo fue quien trajo a la Comisión Directiva de Aapresid las primeras ideas y estrategias para abordar el problema; el resto tuvimos la inteligencia de dejar en manos de quienes realmente sabían cómo enfrentarlo”, resume Gastón Fernández Palma, socio de la Regional Necochea y en ese entonces Presidente de Aapresid.
“Aunque ya se hablaba de resistencia en algunas malezas, el problema no estaba extendido, y lo cierto es que no era era prioritario para los productores. El camino no era claro. Pero allí, junto a César Belloso, López Anido tomó la posta y empezaron a dar los primeros pasos”, agrega Fernández Palma.
Foto. “Aunque ya se hablaba de resistencia en algunas malezas el problema no era era prioritario para los productores”, Gastón Fernández Palma
Foto. El referente global Ian Heap - quien terminó de instalar el tema malezas resistentes en y de forjar la idea de la REM en el XIX Congreso Aapresid - recorre Bioceres, un aliado clave en los inicios del Programa.
El glifosato y aquellos “años dorados”
Mucho antes de que ocuparan el centro de la escena productiva, de que le fueran dedicadas jornadas, protocolos, estudios y publicaciones, había investigadores que ya estaban prestando atención a las resistencias en malezas.
El especialista de la Universidad de Tucuman, Marcelo De la Vega, venía trabajando con biotipos resistentes de yuyo colorado desde fines de los 80. El Biólogo especializado en malezas de la UNR, Daniel Tuesca, desde mediados de los 90 analizaba poblaciones de Amaranthus que empezaban a mostrar fallas en el control con clorimuron e imazetapir. “Fue el primer caso de resistencia estudiado y documentado en el país… dado que no había experiencias previas en el estudio de casos de resistencia en Argentina, tuvimos que aprender bastante sobre metodología”, recuerda.
Pero con la llegada del glifosato parecería que estos problemas estaban resueltos, y a principios de los 2000, este herbicida reinaba sin competencia. “Llevábamos ya unas cuantas campañas de soja RR, y el panorama parecía ideal: sin malezas perennes como el gramón o el sorgo de alepo, los lotes estaban “limpios”, y con una única dosis baja de glifosato controlábamos el resto de las malezas. Cuando el lote se ponía verde, pasábamos glifo. Así de simple, efectivo y barato”, recuerda Carlos Grosso, socio Aapresid del centro de Santa Fe y asesor experimentado en manejo de cultivos extensivos.
El nacimiento de la REM
La idea fue clara desde el inicio: si el problema era nacional, la respuesta también debía serlo. Así nació la “Red de Conocimiento en Malezas Resistentes”, hoy REM, no como una estructura vertical, sino como una red, tejida con los aportes de investigadores, técnicos, asesores y productores.
“Al principio, lo más importante fue salir a contar que el problema existía”, recuerda Martín Marzetti, primer Gerente del Programa. “En ese momento, los casos de resistencia se veían sobre todo en el norte, pero sabíamos que pronto llegarían al resto del país, así que empezamos a alertar”.
Foto. “Al principio, lo más importante fue salir a contar que el problema existía”, Martín Marzetti
“Uno de los primeros pasos fue armar una lista con las personas que ya estaban trabajando en malezas, unas 50 en total. Después, se empezaron a definir protocolos de acción para saber qué hacer ante una sospecha de resistencia. Lo primero era difundir cómo actuar frente a un posible caso”, resume Marzetti.
Uno de los grandes logros fue traducir el lenguaje científico al día a día del campo. Mucha información valiosa quedaba encerrada en revistas especializadas, lejos del alcance de productores y técnicos. La REM logró transformarla en herramientas concretas: informes simples, boletines, mapas y jornadas a campo. “La REM se convirtió en un lugar clave para discutir, compartir y consultar”, destaca Tuesca.
Con el respaldo de referentes como César Belloso, el ingeniero Pablo Vaquero, y el acompañamiento técnico de empresas privadas, el programa logró despegar. Aunque no sin desafíos: “Al principio no todas las empresas entendían la magnitud del problema y no se sumaron masivamente, sino que todo fue muy de a poco,” recuerda Fernández Palma.
Primeros pasos y expansión:
A los tres años, la REM ya había logrado algo inédito: mapear la problemática de malezas resistentes en todo el país. Se hablaba, por primera vez, de resistencias múltiples. El semáforo de alerta – amarillo para sospecha, rojo para resistencia confirmada – se volvió una herramienta clave.
Desde su experiencia como asesor, Carlos Grosso destaca el valor clave de la REM: “Nos dio las luces altas para ver los problemas que venían y empezar a trabajar antes de que se hicieran evidentes. Nos permitió acceder a información que de otra forma habría tardado años en llegar y nos enseñó cómo actuar. Fue un espacio de consulta y colaboración al que todos podíamos recurrir”. Y a medida que la problemática crecía, también lo hacía la REM.
Pero la REM continuó como Red viva y en constante evolución. Si bien el foco inicial fueron las malezas, con el tiempo, la Red amplió su horizonte para incluir también el manejo de enfermedades e insectos, bajo una mirada integrada. La lógica fue la misma: anticiparse, generar alertas, validar prácticas de manejo sustentables y acercar información de calidad al productor.
Así, la REM pasó de ser una red de especialistas en malezas a una verdadera Red de Manejo de Plagas, abarcando todas las adversidades bióticas que enfrenta la agricultura moderna.
La REM… ¿Cómo funciona hoy?
Hoy la REM sigue creciendo, con 48 biotipos resistentes confirmados y 28 especies con algún tipo de resistencia documentada. “No hay una sola zona agrícola sin problemas de malezas resistentes”, advierte el experto de destacada trayectoria en INTA, Luis Lanfranconi.
Foto. Curva histórica de resistencias acumuladas en malezas
Hoy el trabajo de la REM incluye el relevamiento de información a través de encuestas anuales a productores para conocer el estado de situación de las principales adversidades en cada región y las estrategias de manejo aplicadas; la generación de mapas con la presencia y área tratada de insectos, malezas y enfermedades a nivel de partido/departamento; y la realización de talleres de intercambio con especialistas.
Fiel a la idea inicial, el Programa pone también especial foco en la divulgación de información técnica para la toma de decisiones y el manejo integrado, a través de su Newsletter mensual, publicaciones técnicas específicas, Jornadas testimoniales a campo y hasta un ciclo de Podcasts propio. Todo esto sostenido por un equipo interdisciplinario, apoyado por universidades, INTA, empresas, asesores y productores de todo el país.
Fotos: Con sedes itinerantes y abordando las temáticas de interés en cada zona, las jornadas “testimoniales” de la REM se convirtieron en la cita obligada para debatir con especialistas y conocer las últimas tecnologías de las empresas en manejo de plagas.
Los desafíos persisten:
A 15 años de su nacimiento, la REM sigue cumpliendo su promesa fundacional: hacer de la información una herramienta de poder para el cambio.
Mientras tanto, se prepara para seguir evolucionando y hacer frente a desafíos que persisten. El monocultivo y el uso repetido de los mismos activos fue en su momento el caldo de cultivo de las resistencias, pero muchas de esas prácticas se siguen viendo hoy.
Sigue habiendo falencias en el manejo de activos - que por otro lado son los mismos de siempre - de la rotación de cultivos, del control de nacimientos de malezas y de prevención de ingreso de nuevas semillas a los lotes con la cosecha”, advierte Fernandez Palma, y agrega: “esto exige seguir generando conciencia, además de leyes que promuevan un correcto uso del suelo, el manejo orientado al largo plazo y la innovación biotecnológica”.
Antes de que te vayas,
¿te gustó este contenido?

¡Muchas gracias!