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14/5/21 00:00

Diversificar, agregar valor y ‘circularizar’ la economía en el Agro: el caso de Mikito y Conasa SA

Mikito y Conasa SA son dos firmas agropecuarias que pertenecen a una misma administración y que apuestan a diversificar, agregar valor y ‘circularizar’ su economía.

Sus dos establecimientos, Callerio y Las Penas, están en pleno centro cordobés, en Las Varillas y Berrotarán. Hacen agricultura de base maíz, soja, trigo y megafardos de alfalfa. 

Callerio cuenta además con la cabana ‘La Caterina’ de Aberdeen Angus y en Las Penas se realiza cría de 1400 madres Aberdeen Angus, mayormente en las sierras. También tienen un feedlot que produce 4.000 cabezas/ano. 

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Agregado de valor y economía circular

En el campo Las Penas la firma tiene su propia mini-destilería donde elaboran, por un lado bioetanol, y por otro, alimento animal como burlanda y vinaza. La misma tiene capacidad para procesar 14.000 toneladas de maíz y producir 5.5 millones de litros de etanol al ano.  .  

Según nos cuenta Eugenia Bonillo, Directora Agropecuaria de ambas firmas, “la destilería es una forma de agregar valor en origen para una empresa que se encuentra casi a 500 km del puerto. Nos permite transformar el maíz, obtener una rentabilidad extra y agregar valor al negocio ganadero. La burlanda y la vinaza se consumen en el feedlot y como suplemento del rodeo de cría”. 

El proyecto permite además integrar las actividades de producción, procesamiento y uso de subproductos en un proceso de economía circular, tratando de que todo se aproveche directamente en el campo. 

Un ejemplo es la vinaza, un subproducto líquido obtenido por centrifugado del caldo de fermentación residual del grano de maíz: “mientras la mayoría de las plantas evaporan la vinaza - que es básicamente una mezcla de agua con nutrientes - nosotros se la damos a los animales en bio-bebederos. Así reducimos el impacto ambiental que pueda generarse en el proceso de evaporación y obtenemos un sistema de suplementación líquida que no requiere tractores, sino que se suministra por gravedad en los bebederos”. 

Esta suplementación permite además hacer un aprovechamiento más racional y sustentable de las pasturas naturales, que se regeneran más rápidamente y mejoran su producción en el largo plazo.  

El feedlot se destina al engorde de la producción propia y a servicios de hotelería/capitalización. “Los servicios en feedlot son una forma de vender los subproductos generados en el campo con valor agregado. El mayor número de cabezas permite bajar costos fijos y además es una forma de diversificar el riesgo. Todo esto sin tener que inmovilizar mucho capital comprando hacienda”, explica Bonillo.

Tener una industria a campo implica además contratar más gente y más calificada, lo que nos allana el camino hacia nuevas oportunidades de negocio y opciones de industrialización.

Bonillo destaca que si bien la inversión inicial no es menor, son proyectos que encajan perfectamente con modelos asociativos, sobre todo en el consumo de subproductos con animales. Son una herramienta interesante para empresas pequenas, donde la diversificación es clave para lograr estabilidad y seguridad. 

Sellos de sustentabilidad

El compromiso con la producción sustentable se inició hace tiempo con la acreditación del programa Buenas Prácticas Agrícolas de la Provincia de Córdoba y de la norma IRAM 14.130. Otra de las apuestas en esa línea fue la certificación con el sello ASC (Agricultura Sustentable Certificada) de Aapresid. “Como productores, estamos firmemente comprometidos en el camino de la sustentabilidad y de la integración con la comunidad en general. Estamos convencidos que a través de la certificación mejoramos nuestros procesos, nuestro impacto y la rentabilidad”, explica Bonillo.

El objetivo para los próximos anos es continuar con la medición de la Huella de Carbono (C) y lograr una producción ‘C positiva’. “Esto nos permitirá ofrecerle al consumidor y empresas productos sustentables. El sello ASC nos abre la puerta para abastecer empresas de consumo masivo que activamente buscan productores certificados”, explica Bonillo. 

La firma trabaja en un proyecto junto a ONU para hacer mediciones de huella de C a campo. “Una vez definida la línea de base empezaremos a disenar acciones concretas para ser C positivos. Maximizar el tiempo en que el suelo está poblado con raíces vivas será una estrategia clave en línea con el objetivo de capturar más C”.

Si bien, hoy la firma no tiene una llegada directa al consumidor es un camino al se que apunta en el mediano plazo. “Creemos que el consumidor elegirá cada vez más productos de origen sustentable, para lo cual es importante que existan sellos que los avalen”, cierra Bonillo. 

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