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29/4/21 00:00

Diloboderus abderus es el blanco en esta época

Para esta campaña se espera una abundancia poblacional mayor de bicho torito, aquí algunas recomendaciones para su manejo.

Por lo que se está monitoreando, para este ano, la abundancia poblacional de gusanos blancos es mayor a campanas anteriores en muchos lotes. La REM consultó a la Ing. Agr. Emilia Balbi, del área de Entomología del INTA Marcos Juárez.

“Es esperable que así sea, ya que esta problemática es dependiente de las condiciones climáticas antecedentes, que en este caso marcado por la sequía residual del verano pasado que influyó en un incremento de la población de gusano blanco para el cultivo invernal posterior. Esta lógica es así porque estos insectos cuentan con una sola generación anual” fue lo primero que marcó Balbi a la hora de ponernos a pensar en la campana venidera. 

Dentro del complejo de gusanos blancos existen más de 7 especies, pero la única con relevancia a nivel económico es Diloboderus abderus conocida como bicho torito o bicho candado.

Las larvas (gusano) son las que generan dano, alimentándose de semillas, raíces y plántulas. El dano se evidencia como marchitamiento, secado y reducción del stand de plántulas. Esto provoca manchones de suelo desnudo que afectarán el rendimiento y dejarán espacio a las malezas.

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Figura 1: Esquema sobre la biología y ciclo estacional del bicho torito en función del ciclo del cultivo de trigo. Fuente: Zubiaga y Vanzolini, 2019;  INTA EEA Ascasubi.

Identificación para el correcto diagnóstico

Para el diagnóstico a campo existen indicios de la presencia de gusanos blanco como lo son la observación de montículos por sobre la superficie del suelo. Es importante saber que los mismos se generan en el último estadio larval (L3) pero que en el inicio del otono quizás no los observamos y que al confiarnos, y no generar la excavación con pala, nos estemos pasando por delante la plaga que no se está expresando como larva 3 y si como larva 1 o 2.

Para la diferenciación de “bicho torito” de otras especies de gusanos blancos existen algunas recomendaciones. Según Balbi, “el primero es el tamano, el gusano de D. abderus es mayor en su tercer (último) estadio larval. En el otono, los primeros estadios suelen coincidir con las L3 de otras especies con tamano parecido. Por esto otra clave puede ser la coloración, D. abderus, en esta época es más translúcido y las demás especies, con un grado de desarrollo larval mayor, presentan más acumulación de grasa en el cuerpo lo que le da un color más amarillento”. Y agregó, “otro aspecto morfológico para la identificación y diferenciación es que La cabeza del bicho torito es de igual tamano que el cuerpo y de color castano rojizo. En otras especies la cabeza es de menor tamano, más angosta y de un color castano más claro”.

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Foto 1: Diloboderus abderus en plena acción. Crédito: Emilia Balbi.

Condiciones predisponentes

El contenido de humedad del suelo va a ser determinante para la presencia de enemigos naturales de esta plaga que son fundamentalmente hongos entomopatógenos y virus, a humedad mayor de capacidad de campo se produce mayor mortalidad de gusanos blancos y esto se evidencia a nivel de lotes en micro-depresiones o en los bajos, siendo las poblaciones más abundantes en las partes altas, y eso se da de manera repetitiva ano tras anos, incrementando en estas zonas las oviposiciones.

Todo lo que es materia verde y gran cantidad de rastrojos son fuente de alimentación para esta plaga, no solo comen las raíces de las plantas vivas, sino que también se alimentan de la materia orgánica por sobre la superficie del suelo. “Es más la hembra tiene preferencia para oviponer en mayor cobertura, aumentando en lotes con mucho rastrojo la posibilidad de un incremento poblacional” destacó Balbi.

Se puede afirmar que las densidades poblacional bajas son favorables en el suelo aumentando la porosidad a través de sus galerías y por ende mejorando las propiedades físicas pero si las condiciones son muy predisponentes, su aumento se va a dar ano a ano convirtiéndolos en una plaga para el cultivo. Es fundamental el monitoreo en pre-siembra, con especial atención en suelos poco perturbados, enmalezados, con mucho rastrojo o bajo pastura, donde la incidencia es mayor.

Monitoreo, umbral y control

Son plagas de suelo y se ubican a 15 cm generalmente, dependiendo del contenido de humedad del mismo. Es importante el correcto monitoreo del lote con excavaciones de una superficie conocida. El mismo consiste en pozos de 50cm x 50cm de superficie (1/4 m2) y 30 cm de profundidad, distribuidos en el lote y calculando aproximadamente 10 pozos para lotes de más de 30 has.  Se considera que 5 a 6 larvas/m2 de Diloboderus abderus es el nivel de dano económico o NDE. 

La estrategia de control químico más eficiente es el tratamiento de semillas con insecticidas como tiodicarb, tiametoxán, teflutrina e imidacloprid. Los tratamientos en cobertura son muy erráticos, teniendo que darse condiciones de precipitaciones posteriores a la aplicación muy precisas y esto no siempre se da.

Otra estrategia en este caso cultural es el atraso en las fechas de siembra, ya que las siembras tempranas exponen las plantas a mayor temperatura y actividad de la plaga.  Por último, existen avispas que parasitan las larvas y hongos y bacterias que las infectan, facilitando el control biológico.

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